No siempre se encuentra la media naranja a través de
internet. Información no veraz e identidades falsas “pululan” en la web. Lo
físico es vital para llevar a cabo una relación amorosa sana y exitosa
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Por: @PedroDeMendonca
“El matrimonio es como un saco de
naranjas, que están cortadas por la mitad. Todas parecieran ser media naranja
de cualquier otra, pero lo son solo de una. Hay que encontrarla”, ilustra la
señora Yenny Gispert, de 74 años, quien en 2001, cual naranja, encontró a su
otra mitad por internet.
En su casa, ubicada en San Antonio de
Los Altos (Estado Miranda), narra que conoció a su amado en el site grupovenus.com, en el cual le pidieron
su hora de nacimiento, para enviarle una “carta natal”. Confiesa que inventó
uno de los requisitos del formulario, su hora de su nacimiento, porque
no se la sabe.
Enseguida, le enviaron una lista de 20
hombres compatibles con sus características. Le escribió solo a uno, al señor
Hítalo (80 años), quien le respondió y le propuso una cita. “Cuando lo vi por
primera vez, dije que con él no iba a ninguna parte, pero después de entablar
comunicación seria, todo se dio, como magia”, relata con ojos brillantes.
Después de varias salidas a conversar y
a caminar, contrajeron nupcias en 2005 y hoy comparten una historia con un
final feliz. La señora Gispert dice que el haberlo encontrado la tranquiliza,
porque ya tiene todo lo que necesita: “paz y una persona con la cual compartir
mis últimos años de vida”.
Sin embargo, no todos corren con la
misma suerte que esta tortolita, pues, en muchos casos, la gente se topa con
falsas identidades en la web. Según la comunicadora social Mariana Bacalao,
quien estudia temas relativos a las interacciones sociales, situaciones como
las de la señora Yenny “son muy pequeñas”.
A juicio de la también profesora de la
Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela (UCV), la mayoría de las relaciones que
comienzan virtualmente no llegan a lo físico, a lo personal. Y si lo hacen,
tienen altas probabilidades de fracasar, ya que la gente tiende a describirse
falsamente o, en otros casos, a exagerar sus cualidades reales.
“Mentirillas blancas”

Así como la septuagenaria Gispert
inventó su hora de nacimiento, hay muchos otros casos en los que las personas
suelen decir lo que consideran mentiras inocentes. Tal es la historia de
Virginia Guzmán (San Juan de Los Morros, Estado Guárico), de 28 años, quien, en
2002, consiguió a su hoy esposo y padre de sus dos hijas, a través de Latinchat.
Virginia
le dijo en aquel momento a su amado Emerson que tenía 26 años, cuando, en
realidad, tenía 17. Dice que mintió porque él era mayor de edad y no quería
“salir rebotada”. Intercambiaron números telefónicos y por ahí comenzó su amor,
que paró en matrimonio después de 2 años de salidas y aventuras.
Sin embargo, se han realizado muchísimas
denuncias a identidades completamente falsas en la web. A tal respecto, Carlos Colina, sociólogo e investigador del Instituto de Investigaciones de la Comunicación (ININCO), de la UCV, sostiene que las personas que se crean identidades
falsas en la web “forman parte de una minoría patológica”.
En relación a ello, Mariana Bacalao
añade que “en el plano virtual, tú puedes ser la persona ideal, porque no estás
siendo testeado (comprobado) en lo cotidiano”.
La gente tiene control de la información
que “guinda” en la web y, por ende, manipula la manera en cómo sus
interlocutores pueden verlo. En ese sentido, Claudia Carrillo, psicóloga
clínica, expone que en las relaciones virtuales “eso a la gente le gusta
muchísimo”. Añade que esta es la causa por la cual la demanda de estos sitios virtuales
va en crecimiento acelerado.
Falsas expectativas
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En
una edición de la revista universitaria UNAM, de México, la profesora de
psicología Georgina Martínez asevera que toda relación amorosa tiene una dosis
de autoengaño. “Pero cuando se trata de aquel por internet, puede ser aún
mayor, porque, al no tener a la persona de frente (…), le damos más peso, no a
quien está del otro lado (…), sino a lo que queremos creer”.
En relación a ello, Carrillo expone que
esas personas que crean perfiles falsos en la web, lo hacen con la finalidad de
ser aceptados, ya que, “muy probablemente”, son rechazados en sus relaciones
personales. “La web les da la posibilidad de reinventarse y esconder estos
aspectos de su personalidad que otros rechazan”, agrega.
"La web les da la posibilidad de reinventarse y esconder estos aspectos de su personalidad que otros rechazan".
Precisamente, hay que estar alerta sobre
lo que se consigue en redes sociales, salas de chat u otras con fines de
intercambio de información. No siempre se encuentra lo que se quiere. La
mayoría de las personas que se conocen por la web lo hacen para entablar relaciones
ocasionales o solo para quedarse en la fase virtual (lo que se conoce como
flirteo), como afirman los especialistas.
Asimismo, la comunicadora social Bacalao
añade que las mujeres son las que más usan internet para encontrar al amor de
sus vidas, por aquella ilusión del “príncipe azul”. En relación a ello, dice
que la mayoría de los hombres que ingresan a estos sitios lo hacen para buscar
solo sexo y nada de compromisos.
Por otra parte, la psicóloga Carrillo
añade que “mucha gente acude a la web para sentirse vistos, interrogados,
conocidos e importantes (sic) y ahora más con el surgimiento de redes sociales;
no necesariamente lo hacen para dar o buscar amor”.
Herramienta poco seria
Los expertos coinciden en que el amor,
entendido en términos de compromiso y lealtad, solo es posible mediante algún
tipo de contacto físico. “No hay una persona equilibrada, que prefiera estar
con un novio (o novia) virtual, antes que estar con un novio real”, expresa
Bacalao.
"No hay una persona equilibrada, que prefiera estar con un novio virtual, antes que estar con un novio real".
La misma especialista afirma que
aquellas personas que usan internet para encontrar parejas son individuos con
soledad o con “tejidos sociales” débiles o inexistentes. Sin embargo, la
psicóloga Carrillo sentencia que esa visión es, a priori, equivocada, ya que
las comunicaciones actuales se complementan de lo virtual.
La comunicadora social Mariana Bacalao
ejemplifica lo “poco serio” de las finalidades de las relaciones virtuales con
el público gay y, especialmente, el masculino, el cual, según afirma, busca
relaciones esporádicas, de una sola noche, por su naturaleza de “ser altamente
infieles” con sus parejas establecidas.
Relaciones posmodernistas
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En
su libro La Era del Vacío, el
filósofo y sociólogo posmodernista francés
Gilles Lipovetsky expone que la sociedad actual será cada vez más virtual y
que cada quien andará cada vez más por su lado, sin creer en nadie y, en muchas
ocasiones, sin saber, ni siquiera, qué es lo que quieren para sus vidas.
Pero, puede decirse, tal aseveración
forma parte de mitos, que siempre han surgido cada vez que nacen nuevas
tecnologías. “Lo que hay es un reacomodo del sistema de medios: nuevos usos y
nuevas formas de relacionarse y de vincularse”, expresa el sociólogo Carlos
Colina.
En el caso de Venezuela, Mariana Bacalao
expresa que no puede hablarse del amor virtual como un fenómeno a gran escala,
ya que, a su juicio, ese fenómeno es más notorio en las sociedades
desarrolladas, “donde son más fríos, más distantes”.
Asimismo, en su artículo para el anuario
2011 Investigaciones de la Comunicación, Carlos
Colina afirma que el hombre y lo tecnológico forman cada vez más un solo cuerpo
y constituyen así una “ontología cyborg”: “Formamos parte de redes. No puedes
ver al ser humano y a lo tecnológico como algo separado. Eso no tiene vuelta
atrás”. Mientras, Bacalao opina que lo virtual no sustituirá nunca a lo físico,
a lo real, sino que lo complementará.
"Formamos parte de redes. No puedes ver al ser humano y a lo tecnológico como algo separado. Eso no tiene vuelta atrás".
Es innegable que el internet, tal como
lo señalan los especialistas, ha dado un vuelco total a las relaciones de las
personas. Por ello, ante estas nuevas plataformas tecnológicas, es necesario
que la ciudadanía sea consciente al relacionarse con desconocidos a través de
la web.
En internet no todo es como lo pintan.
Debe evitarse compartir información personal delicada, ya que, además, hay que
considerar que muchas organizaciones delictivas operan a través de la web para
hacer de las suyas. Muchos son los casos de personas que han terminado robadas
o secuestradas por acordar citas personales con estos desconocidos.
Por último, es vital considerar que no
todos buscan relaciones serias en la web. Hay que tener ello siempre presente,
para evitar sufrir emocionalmente, ya que, como explica la psicóloga Carrillo,
las diferencias en las expectativas de los integrantes de una pareja virtual,
pueden llevar a no concretar un encuentro “y (eso) puede causar experiencias
muy dolorosas”.
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