ÁFRICA: SUPERVIVENCIA INFANTIL


África es el continente con indicadores de Protección Infantil más alarmantes del planeta. La explotación laboral, la escisión genital femenina y la falta de registro civil son parte de los “abusos”. Son problemas de índole cultural


Cuando escuchamos el nombre de África se nos vienen a la mente imágenes crudas de niños hambrientos o personas haciendo largas filas para agarrar una bolsa de comida. Estos dos sencillos ejemplos dan cuenta de un problema legendario de fondo, que hace que el también llamado “continente negro” sea en el que más se vivan escenas de miseria y terror, sobre todo para los niños.

Trabajo infantil pesado, matrimonio precoz, no estar inscritos en un registro civil que le garanticen derechos civiles; escisión genital a las niñas; crecimiento en un ambiente donde la violencia doméstica es justificada; maltratos psicológicos y físicos, sin que nadie haga nada, entre otros “abusos”, como los llama el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), son parte de los flagelos que ponen en vilo el desarrollo de millones de menores de edad en esa parte del planeta.

Abusos culturales

¿Dónde, exactamente, radica la gravedad del problema de la (des)protección infantil en África?

La infancia es la etapa en la que el ser humano está en pleno proceso de formación, como una “esponja”, aprehendiendo todo cuanto percibe a través de sus sentidos. Es la fase en la que una persona forma sus actitudes más arraigadas, sus valores y hasta sus futuros traumas, objetivos, querencias, etc.

Por eso, los niños deben crecer en entornos que los doten de herramientas mínimas básicas, para desarrollar a futuro una mentalidad sana.

De acuerdo con la Convención sobre los Derechos del Niño y muchos otros convenios y tratados internacionales, los infantes tienen el derecho a ser protegidos contra cualquier daño (violencia, explotación, abuso, etc.). Para ello, el Unicef maneja una serie de indicadores, abarcados en la categoría Protección Infantil, que buscan identificar cualquier tipo de daños a menores de edad: abuso y explotación sexuales, trata, condiciones de trabajo peligrosas, violencia doméstica, reclutamiento por grupos armados, prácticas perniciosas, etc.
África es el continente con peores números
de Protección Infantil en el planeta.
Tomada de: elmundo.es

En ese sentido, ¿qué pasa cuando se revisan las estadísticas de Protección Infantil en África? ¿Podría decirse que los niños que nacen en ese continente tienen una infancia adecuada para la etapa que define su personalidad a futuro?

Difícilmente, a pesar de las diferencias culturales desde las cuales sean vistas tales preguntas, estas puedan ser respondidas, a priori, positivamente.

África, además de tener los países con Índices de Desarrollo Humano más bajos del planeta, posee los índices más altos de indicadores que se agrupan dentro de la categoría Protección Infantil: trabajo infantil, matrimonio precoz, escisión genital femenina (tanto en niñas como en mujeres mayores de 18 años), actitudes hacia la violencia doméstica (justificación del maltrato en el hogar) y disciplina infantil (disciplinas que implican castigos físicos o psicológicos).


Explotación laboral

Según datos de la Unicef existían en 2010 más de siete mil niños africanos de menos de 14 años que cosían pelotas, por lo que cobraban 0,6 dólares por cada una. Eso, de acuerdo al organismo de las Naciones Unidas, tenía para aquel entonces una tendencia a subir en los próximos años.
Mapa de trabajo infantil (5 a 14 años) en África.
La región con los números más altos
es la del Feudalismo Berebere.

El panorama en África no es muy alentador para los infantes. Según un estudio realizado por Cruz Roja, los niños de los países africanos están sometidos a situaciones de pobreza y a la vulneración constante de los derechos de la infancia. Ello propicia una explotación infantil  galopante y una merma de su desarrollo físico, psicológico y social, hasta el punto de hacer peligrar sus vidas.

El trabajo doméstico infantil es un ejemplo claro de cómo la identidad de género ha configurado las diferentes clases de trabajo. Las tendencias del trabajo doméstico infantil corresponden a divisiones del trabajo muy enraizadas y basadas en criterios eminentemente sexuales.

Las regiones con menos protección infantil en ese sentido son la del Cuerno de África (Djibouti, Eritrea, Etiopía y Somalia) y la del Feudalismo Berebere (Benín, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Gabón, Gambia, Guinea, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial, Liberia, Malí, Mauritania, Senegal, Sierra Leona y Togo).

En esas dos regiones aún se llevan a cabo prácticas de escisión genital, la violencia hacia la mujer y hacia los niños es mucho más alta que en el resto de las regiones y los niños que trabajan se duplican en número cada año. Evidentemente, la calidad de vida es muy precaria y la pobreza reina en esta parte del continente.

Ciertamente, es crudo vivir en un territorio en el que más de 200 millones de niños y niñas están obligados a trabajar a expensas de su futuro. La mejora de la situación no solo depende de los que ostentan el poder y están dispuestos a ayudar, también es tarea de todos.

Féminas mutiladas


Otra variable que llama poderosísimamente la atención en África es la escisión genital femenina (mutilación vaginal, con pinchazos, heridas, incisiones, quemadas, raspaduras o cortes). Si bien es cierto que esa mutilación de los órganos sexuales femeninos ocurre también en Europa, hay que tomar en cuenta que pasa allí por la inmigración africana.

En el video: Escisión genital femenina en África. Tomado de la cuenta oficial de Unicef en Youtube.

Si se revisan las estadísticas oficiales de la Unicef en relación con ese problema social, se evidencia que, por ejemplo, en países del Cuerno de África, más del 90% de las mujeres mayores de 18 años han pasado por esa práctica, mientras que porcentaje similar de menores de edad también. Destacan los casos de Djibouti y Somalia, donde, en 2010, 93% y 98% de las mujeres, respectivamente, habían sido víctimas de la escisión.
Mapa de la incidencia de la escisión genital femenina en África
Región del Cuerno de África, la más grave.
Nota: Los espacios en blanco son de países
que no presentaron las estadísticas.

Por su parte, muchas organizaciones de Derechos Humanos en todo el mundo ven con malos ojos esta práctica, tildándola, además, de ilegal. Pero surge una pregunta: ¿hasta qué punto es ilegal, si casi todas las mujeres de un país, como Somalia, por ejemplo, la han experimentado?

Debe considerarse también que, al igual que el matrimonio precoz (en países como Chad, Guinea, Malí, Níger y República Centroafricana, más del 60% de las mujeres contrajeron matrimonio o vivían en pareja en 2010 antes de cumplir 18 años), la escisión o mutilación genital tiene una justificación social, cultural y hasta religiosa.

¿Atraso o incomprensión occidental de la otredad? Por lo pronto, solo puede considerarse que, desde este lado del mundo, eso, que se tilda de problema, es visto con una carga cultural y ancestral muy distinta a la de ese mundo.

Golpeados

Solo 57 países en todo el planeta aplican para el porcentaje de actitud hacia la violencia doméstica (justificación de la violencia en el hogar) y, específicamente, la infantil. De esos 57, 32 (más de la mitad), son africanos. Lo que también alarma a muchos actores internacionales.

Mapa de actitud frente a la violencia en África:
justificación del maltrato infantil.
El Cuerno de África es la región con los números
más críticos.
Nota: Los espacios en blanco son de países
que no presentaron las estadísticas.
La región del Cuerno de África es la que más justificación a la violencia presenta. En 2010, en Somalia, específicamente, 76% de padres e hijos veían con buenos ojos el maltrato infantil. El caso de Guinea, de la región del Feudalismo Berebere, también llama poderosamente la atención, ya que, en ese mismo, año 86% de la población justificaba la violencia.

Hay que tomar en cuenta también que este tipo de violencia, la justificada, es la más común en el continente. Lo que hace preguntar nuevamente: ¿hasta qué punto una situación que es aceptada por una sociedad –legítima, en ese sentido, por definición- es ilegal y no debe ser aceptada? Lo mismo ocurre con el maltrato físico y psicológico infantil, que también se justifica y es aceptado como un método disciplinario totalmente válido y hasta efectivo.

No registrados

Los problemas que afrontan millones de niños en África se ven catalizados por el hecho que este continente es que el que posee los índices más bajos de registro civil, que no es más que el reconocimiento de los individuos como ciudadanos con deberes y, sobre todo, derechos.

Ello, visto con los ojos de la Organización de Naciones Unidas, representa una grave anomalía, sobre todo, si se considera que la incidencia de esos índices es en casi todo el continente.

Sin embargo, se debe considerar el tipo de organización social que priva en muchos espacios del continente negro: la tribal. Por ejemplo, en África Subsahariana, el 55% de los niños menores de cinco años no han sido inscritos en un registro civil, según cifras de la Unicef. En Somalia, específicamente, solo 3% de los nacimientos fueron registrados hasta 2010; en Liberia, 4% y en Chad, 9%.

Vale la pena destacar que, aunque ciertos gobiernos han tomado medidas al respecto, las mismas han resultados ineficientes, ineficaces e inefectivas, por lo que el problema, en vez de mejorarse, se ha atenuado.

Otro mundo

Más allá de las consideraciones de cada variable del indicador Protección Infantil en África, se debe destacar que las estadísticas disponibles (dadas por los Estados) son inconsistentes y, en muchos casos, inexistentes.

¿Cómo puede estudiarse un problema, una situación, si no se posee una serie de datos fuertes y confiables? Esto, sin lugar a dudas, acrecienta la gravedad que se le atañe a la situación, ya que, además de no poderse estudiar, los gobiernos y las instituciones responsables de crear políticas públicas al respecto, difícilmente podrán elaborar medidas acertadas y apegadas a la realidad. De hecho, han sido muchas las que han fracasado.

El estudio de la Protección en África debe hacerse con las condiciones que el caso requiere: es un continente diferente a todos los demás (y, simultáneamente, cada país es diferente). Las mismas políticas y los mismos análisis que se hagan sobre una población determinada (generalmente se hacen con las medidas y visiones occidentales), difícilmente pueden aplicar para otras.

África, con una riqueza cultural inconmensurable,
pero renegada en el atraso.
Tomada de: p-d-o.com.ar
La falta de estudio, de voluntad política y, lo más importante, de educación para la ciudadanía, han hecho que, ante los ojos de Occidente, África sea un submundo. Un continente sometido por sus complicadas tramas sociales y culturales, que lo ahogan en un sinfín de problemas, que sí son simplemente identificables y tratables, pero que, por factores de poder y de carencias de todo tipo, se han cristalizado a lo largo de la historia.

Y tendrán que pasar años para que este continente, con tradiciones legendarias y con un importante aporte cultural a todo el planeta, esté a la altura de lo considerado como la civilización y el desarrollo.

Como dice un popular dicho, los niños del mundo son niños de todos y todos los occidentales, inclusive, deben sumarse a causas proinfancia en los países de este continente, marcado por la desidia, la explotación y el abandono.

“Si no se abordan estos problemas de la protección, las inversiones en el desarrollo de la primera infancia, la salud, la educación, el VIH/Sida y otras esferas no aportarán mejoras duraderas a las vidas de los niños y niñas”, tal como lo explica la Unicef en su sitio en internet.

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