CÓMO EVALUAR AL "NUEVO" GLOBOVISIÓN

La venta de Globovisión es un tema económico, empresarial, con consecuencias periodísticas y políticas. Quiénes son los nuevos dueños y por qué decidieron comprar son las preguntas del millón. El juego de intereses en su máxima expresión

Tomada de: Twitter.


El cambio de la línea editorial del canal de noticias Globovisión, luego de ser vendido el 13 de mayo de 2013, se convirtió en tema candente para la opinión pública, no solo venezolana, sino internacional. Que si la oposición perdió su megáfono, que si “ahora sí” la libertad de expresión en Venezuela es cosa del pasado o que el gobierno venezolano completó sus fichas del monopolio mediático nacional.

En Twitter, por ejemplo, etiquetas como #GlobovisiónYaNoTeVeoMás y #SOSLibertadDeExpresiónVenezuela se convirtieron en tendencia mundial desde que se hizo público el traspaso comercial del canal. Además, la cuenta oficial de la televisora en la mencionada red social perdió cientos de miles de seguidores en menos de una semana. El descontento, al menos para los opositores, fue general.

Sin embargo, muchos chavistas vieron con recelo la venta del que, más que un medio de comunicación, fue la piedra en el zapato del régimen “socialista”. Desde el Sistema Bolivariano de Comunicación e Información (SIBCI) se han publicado perfiles e informaciones de los nuevos dueños de Globovisión, en los que se les relaciona con quiebras de banco, como el Banco Barinas o grupos financieros como Cordillera (1994).

Específicamente, ya desde meses atrás, Marco Hernández, presidente de la oenegé Periodistas por la Verdad (abiertamente chavista), indicaba que Globovisión no era inviable económicamente (razón por la que los antiguos dueños aseguraban venderlo), sino que, por el contrario, tenía unas ganancias considerables y al equipo periodístico mejor pagado del país.

Entonces, ¿qué está detrás de la venta de Globovisión? De ser cierta la inviabilidad económica del canal, ¿por qué Raúl Gorrín, Juan Cordero y Gustavo Perdomo lo compraron? Y, de ser falsa, ¿por qué los Zuloaga lo vendieron?

Y, en términos generales, ¿qué se gana y qué se pierde con dicha venta? O, mejor dicho, ¿quiénes ganan y quiénes pierden con esa transferencia de propiedad? ¿Está en juego la democracia venezolana por la venta de Globovisión?

Quién es quién

Raúl Gorrín, uno de los nuevos dueños de Globovisión.
Tomada de: yoyopress.com
Parece absurda aquella idea de comprar una propiedad inviable económicamente. Para responder a la pregunta de por qué Gorrín, Cordero y Perdomo decidieron añadir a Globovisión a su gruesa lista de propiedades, se tendría que averiguar más sobre el estado financiero del canal. Y para nadie es un secreto que las empresas son muy cuidadosas con el manejo de esa información por parte de actores externos.

Lo importante es reconocer que aquí no hay mártires y que los empresarios nunca apuestan a la pérdida. La venta de Globovisión deja en duda su inviabilidad y abre el terreno para muchas preguntas y especulaciones. Lo vital, en este caso, además de saber el estado financiero del canal, es establecer perfiles y relaciones de sus nuevos propietarios (se sabe, por ejemplo, que Perdomo está casado con una hermana de Gorrín).

Asimismo, según un perfil realizado por Laura Weffer, periodista de Últimas Noticias, Gorrín se convirtió, en 2008, en accionista mayoritario de Seguros La Vitalicia, empresa que ha tenido un auge publicitario importante en los últimos meses, pasando a tener como imagen a la costosa figura de Dayana Mendoza, ex Miss Universo.

¿Será la venta de Globovisión un acto de lucha democrática?

Ganancias y pérdidas

La evaluación de las pérdidas y las ganancias que la venta de Globovisión acarreó tendría que hacerse desde varias perspectivas: la política, la empresarial (que se vincula con la anterior) y la ciudadana.

Desde el punto de vista político, el chavismo se tranquiliza porque la oposición perdió un arma en el campo de batalla más fuerte de la actual política venezolana: el comunicacional.

En el ámbito empresarial y comunicacional, el cambio de la línea editorial era de esperarse y, hasta cierto punto, lo más sensato, pues la concesión del canal vence en 2014 que viene y el caso del crítico Radio Caracas Televisión (RCTV), no debe de ser un referente de aliento para los empresarios ahora dueños del canal.

En el video: Entrega de Aunque Usted No lo Crea, producción del canal en la cual siempre se repetían videos comprometedores para el chavismo. Con la nueva administración, salió del aire, así como Usted Lo Vio, que iba por la misma línea y que conformaban parte de la identidad del canal.

Además, al estar la televisión venezolana en plena transición a la Televisión Digital Abierta (TDA) y al Globovisión haber sido excluido de ese tipo de señal, era lo más sesudo dejar el radicalismo atrás. Ello tomando en cuenta que, próximamente, la señal analógica (por la cual únicamente transmite Globovisión en la actualidad), será extinguida de manera definitiva, para tener una televisión nacional 100% digital.

Entonces, ¿están guindando la libertad de prensa y la democracia en Venezuela? En realidad, siempre lo han estado. Los dueños de medios siempre han actuado estratégicamente en el juego de poderes con las clases políticas y económicas (de las que también han sido parte) y las libertades de expresión y de prensa, la dación de voz a los ciudadanos, ha sido, más que objetivo y causa, una excusa para legitimar sus intereses particulares.

Por eso, con la anterior línea editorial de Globovisión, que la oposición tuviera mayor participación y voz en el espectro radioeléctrico, no le otorgaba a dicho medio la cualidad de “independiente”, sino, por el contrario, la de abiertamente dependiente de un grupo político. Y esa, se supone, no es la misión del periodismo (tomando en cuenta que el mismo eslogan del canal lo define como "24 horas de información", cuestión que hacen los periodistas).

Entonces, parece que la decisión de los nuevos dueños del canal fue inteligente: es mejor un Globovisión concesivo o complaciente, a cambio de la continuidad al aire en señal abierta, que un Globovisión inexistente y, por ende, sin generar dividendos.

Por su parte, parece que la no renovación de la concesión de Globovisión era lo que casi todos esperaban. Los chavistas, por una parte, para celebrar una derrota más de sus adversarios. Por su parte, los mismos opositores, para tener más argumentos para quejarse de este gobierno y demostrar que en Venezuela "la libertad de expresión está en SOS".

Pero la libertad de prensa (no son lo mismo libertad de expresión y libertad de prensa) en Venezuela siempre ha estado en SOS. Al ver cuántos sectores de la sociedad son no tienen voz en los medios comunicación social venezolanos, se podría responder mejor si hay o no libertad de libertad de prensa y libertad de expresión en Venezuela.

Y ese, la libertad de prensa, es un tema, más que político, periodístico, gremial, ético. Cuestión de revisión, que no depende de un dueño fulano o mengano... ¿O es que acaso con la anterior línea editorial los periodistas de ese canal eran un ejemplo de ética periodística? Ética periodística no tiene que nada que ver con fidelidad partidista o empresarial.

Mientras tanto, los nuevos dueños del único canal de noticias y opinión de señal abierta en América Latina, ya ganaron la primera jugada: no solo cambiaron y suavizaron la línea editorial del medio, sino también se reunieron con el presidente Nicolás Maduro… ¿Cortesía, acuerdos o sumisión? Hay que verlo con lentes finos y esperar qué de bueno traerá el nuevo Globo.

La lucha política es una cosa; la económica, otra y la periodística, gremial, muy diferente. Que cada quien actúe desde donde tenga que actuar, pero estando claro de qué rol debe jugar: políticos por su parte, dueños de medio y empresarios por otra y periodistas, también… Es lo más sano, si, realmente, se quiero y se sabe lo que es vivir en democracia.

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