PERIODISMO CIUDADANO: ¿ADIÓS, PERIODISMO PROFESIONAL?


El público, actor fundamental en el proceso de opinión pública, es más independiente y menos maleable que antes. El periodismo profesional no desaparecerá, sino que se mejorará debido a la participación masiva de la gente en el espacio público

Ahora cualquiera, con una cámara fotográfica o celular, es un comunicador potencial.
Tomada de: lahuelladigital.com


Hoy son muchos quienes apuestan a la desaparición del periodismo como profesión, argumentando que con la masificación de las nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) ya no hace falta que un periodista profesional informe sobre lo que ocurra a cualquier hora. Para ellos, la misma gente puede hacerlo, compartiendo contenido en redes sociales o blogs, por ejemplo, siendo así unos legítimos “periodistas ciudadanos”.

Ciertamente, el público ha tomado nuevos espacios y ahora juega un rol diferente en el proceso de formación de opinión pública (en el que intervienen muchos otros actores, como los medios de comunicación, los periodistas, los grupos de poder y la clase política).

Así, el “diálogo colectivo” se ha hecho menos controlable, se ha hecho sentir más y es menos dependiente de los medios de comunicación tradicionales, a los cuales, además, ha venido complementando.

Ciudadanos sacuden a periodistas

Aunque en Venezuela no se ha dado un debate tan atizado al respecto, como en España o en Estados Unidos, por ejemplo, muchos creen que el periodismo ciudadano (entendido como la práctica de circulación de información trabajada por la misma gente a través de sus propios medios) puede equipararse con el periodismo profesional y, más aún, que puede sustituirlo.


Para varios expertos en opinión pública, el periodismo profesional, dotado de una importancia social “indiscutible e insustituible”, no puede ser desplazado por ninguna otra práctica. Lo que sí es cierto es que el “ciudadano de las nuevas tecnologías” es más consciente de que posee un poder comunicacional y que, por eso, sabe que puede ejercer mayor presión sobre los grupos de poder económico, político y social, para hacer sentir su voz.

En ese sentido, el periodismo profesional y el denominado “periodismo ciudadano”, no son, ni serán, lo mismo. Sin embargo, el segundo sí puede –y, de hecho, lo está haciendo- complementar al primero: ya que el ciudadano pone sobre la palestra temas que le son de interés (los temas del momento de Twitter son excelente ejemplo) y le da materia al periodismo profesional.

“Lo que hace el periodismo ciudadano es sacudir al periodismo profesional y decirle que voltee hacia donde está la gente, pero no es que está exterminándolo, sino mejorándolo”, expone Rosa Pellegrino, profesora de la cátedra Periodismo Cívico de la Escuela de ComunicaciónSocial (ECS) de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

Boca a boca

El fenómeno del “periodismo ciudadano” va de la mano con el surgimiento de las nuevas tecnologías y la masificación de las comunicaciones, que, en la escena global, se dieron a partir de los años 80 del siglo pasado.

A juicio de Mariana Bacalao, especialista en opinión pública y análisis de audiencias, el ciudadano de antes de la revolución de las comunicaciones (que representó el surgimiento de internet), era menos consciente de su rol como comunicador en un contexto determinado y, por ende, hasta se inhibía de hacer opinión pública (definida como “el diálogo de las masas” por Iván Abreu Sojo en su libro El Estudio de la Opinión Pública).

La misma especialista explica que el “ciudadano pre nuevas tecnologías” pensaba que no era capaz de aportar, de ofrecer y, que, por eso, no participaba activamente en el espacio público. Por eso, la opinión pública era mucho más manipulable, ya que la gente discutía en su “ámbito estrecho” los temas “impuestos” por los grandes medios. “En la placita, en reuniones, por teléfono, era que hacíamos opinión pública”, añade Bacalao.

Por su parte, para Blas Fernández, Comunicador Social de la UCV, el ciudadano pre nuevas tecnologías era un “simple espectador” y con la web 3.0, “se convierte en autor con la capacidad de expresar sus opiniones de forma directa e instantánea, de forma (alcance) masiva”.

La “independencia” tuitera

De acuerdo a datos publicados en la página web elwebmarketer.com, Venezuela es, junto a Brasil y México, el país que más usuarios activos tiene en la red social Twitter.  En el caso de nuestro país, muchas son las cuentas de esta red social a las que la misma gente envía sus reportes sobre el estado del tráfico, del metro, etc.

Venezuela es uno de los países latinoamericanos que más usa Twitter.
Esta red social se ha convertido, prácticamente, en la plaza pública
de cadenas, juegos de fútbol, declaraciones públicas, etc.
Tomada de: minutoaldia.com
En relación a ello, Rosa Pellegrino explica que a un ciudadano común, “que no está tiempo completo dedicado al oficio del periodismo y tampoco preocupado en cumplir un Código de Ética”, no puede exigírsele veracidad en la información que guinda en un blog o en un tuit. No siempre el contenido de los blogs y de muchos tuits es de carácter informativo.

Sin embargo, para Carlos Becerra, Ingeniero en Informática y administrador de la popular cuenta @CaracasMetro, que ya cuenta con casi 250 mil seguidores, su arduo trabajo “podría equipararse al de un comunicador social graduado”.

Becerra argumenta que, no solamente se encarga de informar durante todo el día cómo se encuentra funcionando el Metro de Caracas, sino también “verifico la veracidad de algunos reportes, para que los demás usuarios tomen sus previsiones”. También denomina a sus seguidores como “periodistas ciudadanos”, ya que cada quien envía sus reportes.

Sin embargo, Ana Rojas, seguidora de @CaracasMetro, asegura no creer ciegamente en los tuits de esa cuenta. “Una vez estaba en la estación Plaza Sucre y leí varios tuits de esta cuenta, que decían que había un arrollamiento en Plaza Venezuela, que era hacia donde me dirigía, pero me monté en mi tren y llegué, inclusive, más rápido que otras veces; ninguna novedad”. Esto, a pesar de que Becerra asegure “corroborar tuits”.

“Hay que seguir a Twitter sabiendo que detrás de cada tuit no existe una verdad absoluta y que muchas informaciones que se dan, no es que sean ciertas o subjetivas, es que directamente son falsas”, reza un artículo publicado en el diario La Vanguardia, de España, país en el que las redes sociales también están siendo un verdadero fenómeno.

Sin embargo, Rosa Pellegrino es menos radical y expone que “el ciudadano siempre cuenta desde la visión del ciudadano, mas no va a tener la disposición de contrastar con otros problemas, como sí lo hace un periodista profesional”. Es solamente tuitear, mas no interpretar, reunir informaciones, elaborar informes semanales, mensuales, reportes más profundos.

Necesidades no satisfechas

Con los blogueros no pasa exactamente lo mismo. Si bien el blog es un tipo de plataforma menos inmediata que Twitter, su independencia y su carácter público, lo hace también un objeto de estudio. Muchos blogueros, además, ven en esta herramienta una importante vitrina de publicación de trabajos, para hacer enlace con empresas contratantes, por ejemplo.

Los blogs también se han convertido en un fenómeno,
que dota de independencia a los ciudadanos
para hablar de cualquier tema.
Tomada de: infociudadano.com
“Yo no abrí mi blog para hacer periodismo, sino solamente para que la gente leyera lo que yo hago en mi universidad, como futura comunicadora social. Y tengo muchos amigos blogueros que para nada publican con responsabilidad social, sino por moda o por la necesidad de ser leídos, escuchados, tomados en cuenta”, cuenta Rosmarbis Pérez, estudiante de la ECS-UCV y creadora de caffecontinta.blogspot.com.

En relación con ello, Mariana Bacalao expone que “la opinión pública es eso: la gente participa, opina, dice, informa, cosa que no es deleznable, pero esas expresiones no trascienden a la pretensión de analizar la dinámica social de una manera detenida, sopesada, contrastada, que es para lo que se supone que está preparado un periodista profesional”.

La opinión pública de las nuevas tecnologías es necesaria para la dinámica informativa y formadora de los medios de comunicación tradicionales. Su alto impacto ha obligado a muchos periodistas profesionales a tratar los temas de interés que de esas discusiones o peticiones salen.

En definitiva, “el periodismo ciudadano es una práctica que busca llenar unas necesidades en un colectivo y que, por ende, ayuda y complementa al periodismo profesional”, explica Rosa Pellegrino.

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