El público, actor
fundamental en el proceso de opinión pública, es más independiente y menos
maleable que antes. El periodismo profesional no desaparecerá, sino que se
mejorará debido a la participación masiva de la gente en el espacio público
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Ahora cualquiera, con una cámara fotográfica o celular, es un comunicador potencial. Tomada de: lahuelladigital.com |
Hoy son muchos quienes apuestan a la desaparición del periodismo como
profesión, argumentando que con la masificación de las nuevas Tecnologías de
Información y Comunicación (TIC) ya no hace falta que un periodista profesional
informe sobre lo que ocurra a cualquier hora. Para ellos, la misma gente puede
hacerlo, compartiendo contenido en redes sociales o blogs, por ejemplo, siendo
así unos legítimos “periodistas ciudadanos”.
Ciertamente, el público ha tomado nuevos espacios y ahora juega un rol
diferente en el proceso de formación de opinión pública (en el que intervienen
muchos otros actores, como los medios de comunicación, los periodistas, los
grupos de poder y la clase política).
Así, el “diálogo colectivo” se ha hecho menos controlable,
se ha hecho sentir más y es menos dependiente de los medios de comunicación
tradicionales, a los cuales, además, ha venido complementando.
Ciudadanos sacuden a periodistas
Aunque en Venezuela no se ha dado
un debate tan atizado al respecto, como en España o en Estados Unidos, por
ejemplo, muchos creen que el periodismo ciudadano (entendido como la práctica
de circulación de información trabajada por la misma gente a través de sus
propios medios) puede equipararse con el periodismo profesional y, más aún, que
puede sustituirlo.
En el video: Oscar Espiritusanto, fundador de periodismociudadano.com
Para varios expertos en opinión
pública, el periodismo profesional, dotado de una importancia social
“indiscutible e insustituible”, no puede ser desplazado por ninguna otra práctica.
Lo que sí es cierto es que el “ciudadano de las nuevas tecnologías” es más
consciente de que posee un poder comunicacional y que, por eso, sabe que puede
ejercer mayor presión sobre los grupos de poder económico, político y social,
para hacer sentir su voz.
En ese sentido, el periodismo
profesional y el denominado “periodismo ciudadano”, no son, ni serán, lo mismo.
Sin embargo, el segundo sí puede –y, de hecho, lo está haciendo- complementar
al primero: ya que el ciudadano pone sobre la palestra temas que le son de
interés (los temas del momento de Twitter
son excelente ejemplo) y le da materia al periodismo profesional.
“Lo que hace el periodismo
ciudadano es sacudir al periodismo profesional y decirle que voltee hacia donde
está la gente, pero no es que está exterminándolo, sino mejorándolo”, expone Rosa Pellegrino, profesora de la
cátedra Periodismo Cívico de la Escuela de ComunicaciónSocial (ECS) de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Boca a boca
El fenómeno del “periodismo
ciudadano” va de la mano con el surgimiento de las nuevas tecnologías y la
masificación de las comunicaciones, que, en la escena global, se dieron a
partir de los años 80 del siglo pasado.
A juicio de Mariana Bacalao, especialista en opinión pública y análisis de
audiencias, el ciudadano de antes de la revolución de las comunicaciones (que
representó el surgimiento de internet), era menos consciente de su rol como
comunicador en un contexto determinado y, por ende, hasta se inhibía de hacer
opinión pública (definida como “el diálogo de las masas” por Iván Abreu Sojo en
su libro El Estudio de la Opinión Pública).
La misma especialista explica que
el “ciudadano pre nuevas tecnologías” pensaba que no era capaz de aportar, de
ofrecer y, que, por eso, no participaba activamente en el espacio público. Por
eso, la opinión pública era mucho más manipulable, ya que la gente discutía en
su “ámbito estrecho” los temas “impuestos” por los grandes medios. “En la
placita, en reuniones, por teléfono, era que hacíamos opinión pública”, añade
Bacalao.
Por su parte, para Blas
Fernández, Comunicador Social de la UCV, el ciudadano pre nuevas tecnologías
era un “simple espectador” y con la web 3.0, “se convierte en autor con la
capacidad de expresar sus opiniones de forma directa e instantánea, de forma
(alcance) masiva”.
La “independencia” tuitera
De acuerdo a datos publicados en la página web elwebmarketer.com, Venezuela es, junto a Brasil y México, el
país que más usuarios activos tiene en la red social Twitter. En el caso de
nuestro país, muchas son las cuentas de esta red social a las que la misma
gente envía sus reportes sobre el estado del tráfico, del metro, etc.
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Venezuela es uno de los países latinoamericanos que más usa Twitter. Esta red social se ha convertido, prácticamente, en la plaza pública de cadenas, juegos de fútbol, declaraciones públicas, etc. Tomada de: minutoaldia.com |
En relación a ello, Rosa
Pellegrino explica que a un ciudadano común, “que no está tiempo completo
dedicado al oficio del periodismo y tampoco preocupado en cumplir un Código de
Ética”, no puede exigírsele veracidad en la información que guinda en un blog o
en un tuit. No siempre el contenido de los blogs y de muchos tuits es de
carácter informativo.
Sin embargo, para Carlos Becerra, Ingeniero en
Informática y administrador de la popular cuenta @CaracasMetro, que ya cuenta con casi 250 mil
seguidores, su arduo trabajo “podría equipararse al de un comunicador social
graduado”.
Becerra argumenta que, no
solamente se encarga de informar durante todo el día cómo se encuentra
funcionando el Metro de Caracas, sino también “verifico la veracidad de algunos
reportes, para que los demás usuarios tomen sus previsiones”. También denomina
a sus seguidores como “periodistas ciudadanos”, ya que cada quien envía sus
reportes.
Sin embargo, Ana Rojas, seguidora
de @CaracasMetro, asegura no creer
ciegamente en los tuits de esa cuenta. “Una vez estaba en la estación Plaza Sucre
y leí varios tuits de esta cuenta, que decían que había un arrollamiento en
Plaza Venezuela, que era hacia donde me dirigía, pero me monté en mi tren y
llegué, inclusive, más rápido que otras veces; ninguna novedad”. Esto, a pesar
de que Becerra asegure “corroborar tuits”.
“Hay que seguir a Twitter sabiendo que detrás de cada tuit
no existe una verdad absoluta y que muchas informaciones que se dan, no es que
sean ciertas o subjetivas, es que directamente son falsas”, reza un artículo publicado en el diario La Vanguardia, de
España, país en el que las redes
sociales también están siendo un verdadero fenómeno.
Sin embargo, Rosa Pellegrino es menos radical y expone que “el ciudadano
siempre cuenta desde la visión del ciudadano, mas no va a tener la disposición
de contrastar con otros problemas, como sí lo hace un periodista profesional”.
Es solamente tuitear, mas no interpretar, reunir informaciones, elaborar
informes semanales, mensuales, reportes más profundos.
Necesidades no
satisfechas
Con los blogueros no pasa exactamente lo mismo. Si bien el blog es un tipo
de plataforma menos inmediata que Twitter,
su independencia y su carácter público, lo hace también un objeto de
estudio. Muchos blogueros, además, ven en esta herramienta una importante vitrina de publicación de trabajos, para hacer enlace con empresas contratantes, por ejemplo.
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Los blogs también se han convertido en un fenómeno, que dota de independencia a los ciudadanos para hablar de cualquier tema. Tomada de: infociudadano.com |
“Yo no abrí mi blog para hacer periodismo, sino solamente para que la gente
leyera lo que yo hago en mi universidad, como futura comunicadora social. Y
tengo muchos amigos blogueros que para nada publican con responsabilidad
social, sino por moda o por la necesidad de ser leídos, escuchados, tomados en
cuenta”, cuenta Rosmarbis Pérez, estudiante de la ECS-UCV y creadora de caffecontinta.blogspot.com.
En relación con ello, Mariana Bacalao expone que “la opinión pública es
eso: la gente participa, opina, dice, informa, cosa que no es deleznable, pero
esas expresiones no trascienden a la pretensión de analizar la dinámica social
de una manera detenida, sopesada, contrastada, que es para lo que se supone que
está preparado un periodista profesional”.
La opinión pública de las nuevas
tecnologías es necesaria para la dinámica informativa y formadora de los medios
de comunicación tradicionales. Su alto impacto ha obligado a muchos periodistas
profesionales a tratar los temas de interés que de esas discusiones o
peticiones salen.
En definitiva, “el periodismo
ciudadano es una práctica que busca llenar unas necesidades en un colectivo y
que, por ende, ayuda y complementa al periodismo profesional”, explica Rosa Pellegrino.
Lee la continuación de este trabajo: Periodismo Ciudadano: La gran tarea del periodismo profesional.
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